CONTADORES PÚBLICOS AUTORIZADOS. ¿SOMOS 25 MIL EN PANAMÁ? ¿O SOMOS UNA PROFESIÓN SIN VOCES?
Por: Lic. Efraín Ramos Solano MBA CPA
Fecha: 22 de noviembre de 2020
En el año 2005 se intentó el cambio de la Ley 57 de
1978 que rige la profesión del Contador Público Autorizado en nuestro país y no
se escucharon voces. Fueron pocas las mismas cuando nos presentamos a discutir
con la comisión responsable en la asamblea de diputados ese año.
Luego en el año 2008 con gran bombo y algarabía se
anunció a través de varios medios los resultados logrados luego de seis meses
de las discusiones llevadas a cabo en la Facultad de Administración de Empresas
y Contabilidad (FAECO) de la Universidad de Panamá. En esta ocasión, se logró llevar a la asamblea
nacional un proyecto realmente consensuado por cinco asociaciones, pero solo se
escucharon las voces de unos cuantos.
En el año 2013 de manera inaudita e inconsulta, se trajo
a un consultor extranjero para que éste redactara un proyecto de ley que
modernizara la profesión del CPA y derogara la Ley 57 de 1978, y de esto, como
siempre, solo el grupito de siempre se llegó a manifestar por diferentes
medios.
En este momento, surge otro proyecto considerado
inconsulto y no avalado por las mayorías de profesionales no agremiados, y se escucha
un silencio sepulcral que lacera los tímpanos.
En lo personal debo confesar que ya estoy casi que convenciéndome
que creo que eso de 25 mil profesionales CPA, más bien pareciera una
falacia.
Voy a solicitar a la Junta Técnica de Contabilidad en
los próximos días, una certificación sobre cuántos profesionales existen
realmente habilitados como CPA en nuestro país para lograr convencerme al
respecto.
Quiero concluir esta corta participación exponiendo
algo que viene a mi atención lo cual vi hace un par de días a través de las redes,
y que trata sobre una cita de Martin Luther King, la cual viene muy a pelo al
asunto de los Contadores Públicos Autorizados en nuestro país, y que dice:
“No me preocupa tanto la gente mala, sino el
espantoso silencio de la gente buena.”
Sí, el espantoso silencio resultante dará oportunidad
a que se imponga en desmedro de la mayoría, la voluntad de unos cuantos que se
abrogan el derecho de decidir, cuando debería darles vergüenza llamarse y
considerarse mayoría, puesto que en realidad representan alrededor del 6% del
universo poblacional de los profesionales habilitados como contadores públicos
autorizados en nuestro país.
Que lástima que los actores de hoy no se puedan llegar
a igualar jamás con los que participaron en la creación de la ley vigente, la
cual fue hecha sin ninguna clase de egoísmos.
A los gestores de la Ley 57 de 1978, les motivó legar a las generaciones
futuras, una ley justa dentro de las circunstancias del momento.
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