SINÓPSIS HISTÓRICA DE LAS INTENCIONES DE REFORMA A LA LEY 57 DE 1978 QUE RIGE LA PROFESIÓN DEL CONTADOR PÚBLICO AUTORIZADO EN LA REPÚBLICA DE PANAMÁ.

                                                        PARTE IV - CONCLUSIÓN

Por: Lic. Efraín Ramos Solano MBA CPA

Fecha: 25 de octubre de 2020


Inicio con un grato saludo a la amable audiencia que se ha tomado el tiempo y paciencia para la deferencia conmigo de leer esta sinopsis histórica que les he presentado.

A través de mis escritos durante las últimas dos semanas, ya advertí previamente sobre las intenciones de una nueva reforma a la ley que rige la profesión del Contador Público Autorizado en Panamá con el anuncio del Anteproyecto de Ley 143 en la asamblea nacional exactamente hace dos semanas.

Pensaba que habría un mayor tiempo para hacer docencia profesional al respecto, pero hoy anuncio con propiedad que cierro esta sinopsis histórica de todos los intentos habidos de cambiar la Ley 57 vigente que rige la profesión del Contador Público Autorizado en Panamá, dado que el día miércoles 21 de octubre de 2020 el citado anteproyecto 143 fue debidamente prohijado y se presentó el Proyecto de Ley 459 “Por la cual se deroga la Ley 57 de 1 de septiembre de 1978 y se dictan otras disposiciones”, instrumento este que en la misma fecha que menciono, se le dio el primer debate en nuestra asamblea nacional.

Huelga señalar, que hice acto de presencia durante la realización de la discusión del primer debate llevado a cabo en la asamblea nacional, pudiendo observar lo que siempre se ha dado.  La participación de grupos conformados por los proponentes del proyecto, los que están a favor de este, y no diremos los que están en contra, sino también los que piensan diferente.

Estos, los que piensan diferentes (entre los que me incluyo), a los ojos de los proponentes del proyecto de ley, son considerados enemigos por parte de los proponentes.  Qué falta de altura profesional.  Ante estos, no hay derecho a pensar diferente a ellos, ya que ellos tienen la divina plomada en la profesión.  Resulta triste, ante quienes esgrimen la ética como parte del diario ejercicio profesional.

Con relación a mi participación, debo decir, que esta no solo se basó en el acto de presencia durante la realización del evento en la asamblea.  El día anterior, luego de las investigaciones pertinentes y los contactos necesarios, pude hacer llegar a la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional, un documento por mi elaborado, donde presenté mi opinión profesional respecto a correcciones, modificaciones, adiciones y opiniones con relación al proyecto de ley.  Esperamos poder ser oídos por dicha Comisión.

Pero hay algo que no puedo pasar por alto y me veo obligado a hacerlo del conocimiento de la audiencia, para que cada quien juzgue lo acontecido en justa dimensión y forme su propio criterio.

No se puede decir que la reunión en la asamblea haya sido tan concurrida, ya que en realidad ese día, la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social discutía varios proyectos, entre los cuales estaba el de la derogatoria de la Ley 57 de 1978.

Como siempre, estas acciones dirigidas a la reforma de la ley de los CPA son realizadas a espaldas de las grandes mayorías de profesionales no agremiados, y no se les da la divulgación que el hecho amerita, pues lo que siempre se ha buscado, es imponer una ley por encima de la opinión de las masas.  Lo que menos importa o interesa a los actores y proponentes, es establecer nuevas reglas acordes con la época que vivimos y menos en favor de los profesionales todos.

En el acto desarrollado, destacó la participación del colega Licenciado Allan Barrios P., quien es Contador Público Autorizado y además Abogado, el cual ostenta el cargo de Magistrado Contador del Tribunal Administrativo Tributario, cargo este que debería llenar de orgullo a los profesionales del país, ya que el mismo se alcanzó por efectos de la ley que creó al TAT y no en base a luchas gremiales.  Ningún gremio de los conocidos, jamás a expresado en forma pública, su opinión respecto a posiciones de carácter publico que deberían ser ostentadas por Contadores Públicos Autorizados, tal cual es el caso del Contralor General de la Nación, e igual se podría opinar del cargo de ministro de economía y finanzas.  Pero bueno, estas son opiniones que mantenemos un sector dentro del universo contable en nuestro país.

Refiriéndonos al colega Barrios, el mismo pidió cortesía de sala para dirigirse a los honorables diputados ostentando el cargo que representa como magistrado.  Este es su derecho y privilegio por tal cargo.  Y, además, estando la comisión que maneja el proyecto predispuesta contra los opositores al proyecto, que mejor oportunidad que haber esgrimido el cargo del Magistrado Contador del TAT.  Ya todo estaba diseñado para no permitir oposiciones.

Hubo dos intervenciones de personas afectas al proyecto como sus impulsores y creadores, de quienes no señalaré nombres ni designación de grupos, ya que lo que menos me interesa ni motiva, es crear morbo ni entrar en diatribas y discusiones estériles, con quienes los que, a falta de razón y argumentos solidos y convincentes, hacen usos de estas herramientas para atacar a quienes consideran sus oponentes.

Se pisoteó la investidura del cargo del Magistrado Contador del TAT y ni siquiera por parte de la mesa de los diputados hubo un llamado de atención por el irrespeto al cargo del magistrado contador. 

Pero en todo caso, valió la pena el incidente, ya que el Honorable Diputados Doctor Crispiano Adames, al parecer, habiéndose dado cuenta de la situación, logró con una breve intervención que la comisión precitada, aprobara, antes de ir al segundo debate, establecer una Mesa Técnica donde se puedan presentar propuestas de correcciones, enmiendas, propuestas, y opiniones sobre el Proyecto de Ley 459, ya que evidentemente quedó una vez más demostrado, que el denominado consenso de los gremios profesionales para presentar el  citado anteproyecto, es una falacia.

Esto de la falta de consenso, lo digo una vez más, es el mismo fenómeno que se ha presentado en la elaboración de todos los anteproyectos que han surgido.  Incluso, el proyecto surgido que emergió de las discusiones que se realizaron en la Facultad de Administración de Empresas y Contabilidad de la Universidad de Panamá entre julio de 2007 hasta abril de 2008, realizado bajo la coordinación del Profesor y Contador Público Autorizado Néstor Paz, bien se puede decir que resulta la farsa más grande de la historia de los últimos 25 años en la profesión contable, y por ello mi articulo que titule, “Palabra de Samurái”, ya que los que discutieron, consensuaron y aprobaron dicho proyecto, no honraron la palabra empeñada cuya firma estamparon en un documento el cual tengo en mi poder, ya que participé en dicho acto, en representación del grupo denominado Asociación Nacional de Contadores Idóneos de Panamá (ANCIP), documento este que fue entregado con tanta pompa en la Asamblea Nacional en Abril de 2008, el cual  inclusive tuvo publicaciones de suplementos en diario de la localidad del 17 de mayo de 2008, fecha en que se celebra el día del Contador Americano.

Como prueba irrefutable de lo que aquí menciono, adjunto varios documentos probatorios los cuales hablan por sí mismos.

A los profesionales de la contabilidad en nuestro país, les dirijo este mensaje, con el propósito de apelar a la conciencia de todos.  Para esto, quiero esgrimir el pensamiento de Edmund Burque tan llegado al caso en este momento crucial para nuestra profesión contable el cual reza como sigue:

"Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada"

Concluiré esta última presentación con los siguientes señalamientos.

Mi actitud beligerante la voy a mantener por principios, pero siempre con el norte de que no debe existir la menor duda entre los miembros que conforman el universo de los Contadores Públicos Autorizados en Panamá, de que luego de 42 años desde la promulgación de la Ley 57 de 1978, resulta urgente su reforma para adecuarla a los tiempos que vivimos dentro del imperio de la tecnología.

Las últimas 48 horas ya se escuchan voces a través de las diferentes redes, pero más específicamente a través de grupos profesionales de CPA, en cuanto a la urgencia y necesidad de realizar con carácter de urgencia un plebiscito entre los profesionales panameños, para de una vez por todas, buscar el consenso para la aprobación de una ley justa y robusta en beneficio de los profesionales panameños.

Hago un llamado a la reflexión a que los que mantienen posiciones egoístas y egocentristas creyéndose ser los poseedores del súmmum bonum para establecer las reglas del juego solo por caprichos sin fundamento ni sustento, para que depongan de una vez por todas sus actitudes. 

Que acepten y reconozcan por fin, que el fracaso de todos los intentos realizados para alcanzar la reforma a la ley que rige nuestra profesión resulta del hecho innegable de que una minoría minúscula del universo de profesionales contables de nuestro país pretenda abrogarse el derecho de ser voz absoluta que decida en el nombre de todos.  Unifiquemos el pensamiento contable de una vez por todas.

Sigo considerando como un gesto de mala intención y mala fe el hecho de que comparando el actual Proyecto de Ley 459 contra el proyecto elaborado en el claustro universitario den FAECO entre 2007 – 2008, al observarse a plena luz, que al anterior proyecto le fueron cercenados un total de diez artículos, los cuales habían sido consensuados, lo que hace pensar que las intenciones no son las mejores.

¿Cuándo se dará el desprendimiento de vanidades egocéntricas para dar paso al futuro de la nueva juventud permitiéndoles el legado de algo mejor?

Es que no hay capacidad ni intenciones de poder construir con bases sólidas algo regio, para que los que tengan que subir el edificio en el futuro, nos recuerden con respeto y admiración.  En lo personal, admiro a los constructores del edificio representado por la ley aún vigente, la ley 57 de 1978, porque la misma fue diseñada por profesionales probos y libres de egoísmos.  Construyeron para el futuro, una ley que aún funciona en la era que enfrentamos.

Lo que señalo obliga a mantenernos vigilantes y a participar en las próximas instancias con miras a enmendar, corregir, modificar y mejorar aquello que se ha logrado.

Asistimos al Primer debate del proyecto en la asamblea de diputados y pretendemos asistir igualmente para participar en la Mesa Técnica cuya puerta nos abrió el diputado Crispiano Adames con su oportuna intervención.  La intención con esta participación que anuncio es, con miras a procurar:

·         La Corrección del proyecto en lo que sea necesario.

·         La Enmienda de aquellos puntos que puedan resultar conflictivos, pero que sean necesarios.

·      La Modificación de aquello que no sea útil ni conveniente para los fines de nuestra profesión.

·         La Mejora de aquellos puntos que resulten importantes y necesarios, pero que requieran atención.

Finalmente, para concluir, hago un llamado a la unidad pidiendo a los profesionales del país, quienes hacen mayoría como no agremiados, para que dejen de lado la apatía y la desidia.

La ley 57 que rige nuestra profesión tiene 42 años de existir y la misma reclama a gritos una actualización acorde con los tiempos que vivimos.

Brindemos oportunidad a las nuevas generaciones y encaucemos nuestra profesión por caminos de éxito. 

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